Todos tenemos una historia
Y conocerla nos ayuda a encontrarnos.
Te cuento la mía por si te sirve. Y ya que has llegado hasta aquí y mi invitación es a que te conozcas profundamente, al menos que sepas algo de mí.
También para que entiendas por qué puedo ayudarte si lo necesitas.
Soy Paula,
y fui una niña introvertida, aplicada en el colegio, buenas notas, una hija modélica. Aprendí a vivir mi intenso mundo interior hacia dentro, ya que mi fuerte y temperamental carácter no gustaba.
Así que, como la expresión de las emociones no era para mí, el baile fue algo esencial, era el canal para expresar lo que con palabras no podía. Por eso, pensé que de mayor sería bailarina.
Mi etapa adolescente fue compleja, sentía que no encajaba con las amistades de siempre y empecé a fallar en los estudios en los que siempre había tenido buenas notas. Esa etapa coincidió con la separación de mis padres y la desestructuración de mi familia. Además tocaba tomar decisiones trascendentales ¿qué estudiar? ¿Ciencias o Letras? Como me gustan mucho los animales, pues Ciencias, que voy a ser veterinaria, pensé.

Con la pregunta ¿Alguna vez voy a ser feliz? (leela con voz dramática por favor), llegó mi primera crisis vital a los 15 años.
Pasé de niña modélica a chica rebelde. Dejé el Instituto y empecé a experimentar el dolor de tomar decisiones en contra de lo que espera tu familia. Compré mi primer libro sobre crecimiento espiritual, lo escondí en mi habitación, y en él comencé a encontrar otras respuestas.
Mi vida laboral comenzó a los 17 años, y con ella la timidez dio paso a una sorprendente habilidad para conectar con la gente. Me hice consciente de que si quería avanzar tenía que formarme ¿pero en qué? Me desarrollé durante 13 años en el mundo corporativo y en la Universidad descubrí el valor de las personas y la gestión empresarial.
Aún con éxito profesional, una relación estable y una vida aparentemente completa, sentía que algo faltaba. Me volví a cuestionar mi satisfacción personal y profesional, y llegó una nueva crisis donde sin trabajo, sin pareja y con la responsabilidad de un hijo pequeño comencé a cuestionarme, cuál sería mi propósito.
En esta difícil etapa, aprendí el valor de simplificar. Y la vida o el dinero, me llevó al ámbito comercial, en el que aprendí muchísimo. Pero mis valores y creencias chocaban constantemente ¿si la vida laboral es una lucha constante será que no es por ahí? Necesité encontrar un camino más auténtico.

Con la pregunta ¿Alguna vez voy a ser feliz? (leela con voz dramática por favor), llegó mi primera crisis vital a los 15 años.
Pasé de niña modélica a chica rebelde. Dejé el Instituto y empecé a experimentar el dolor de tomar decisiones en contra de lo que espera tu familia. Compré mi primer libro sobre crecimiento espiritual, lo escondí en mi habitación, y en él comencé a encontrar otras respuestas.
Mi vida laboral comenzó a los 17 años, y con ella la timidez dio paso a una sorprendente habilidad para conectar con la gente. Me hice consciente de que si quería avanzar tenía que formarme ¿pero en qué? Me desarrollé durante 13 años en el mundo corporativo y en la Universidad descubrí el valor de las personas y la gestión empresarial.
Aún con éxito profesional, una relación estable y una vida aparentemente completa, sentía que algo faltaba. Me volví a cuestionar mi satisfacción personal y profesional, y llegó una nueva crisis donde sin trabajo, sin pareja y con la responsabilidad de un hijo pequeño comencé a cuestionarme, cuál sería mi propósito.
En esta difícil etapa, aprendí el valor de simplificar. Y la vida o el dinero, me llevó al ámbito comercial, en el que aprendí muchísimo. Pero mis valores y creencias chocaban constantemente ¿si la vida laboral es una lucha constante será que no es por ahí? Necesité encontrar un camino más auténtico.

Con la pregunta ¿Alguna vez voy a ser feliz? (leela con voz dramática por favor), llegó mi primera crisis vital a los 15 años.
Pasé de niña modélica a chica rebelde. Dejé el Instituto y empecé a experimentar el dolor de tomar decisiones en contra de lo que espera tu familia. Compré mi primer libro sobre crecimiento espiritual, lo escondí en mi habitación, y en él comencé a encontrar otras respuestas.
Mi vida laboral comenzó a los 17 años, y con ella la timidez dio paso a una sorprendente habilidad para conectar con la gente. Me hice consciente de que si quería avanzar tenía que formarme ¿pero en qué? Me desarrollé durante 13 años en el mundo corporativo y en la Universidad descubrí el valor de las personas y la gestión empresarial.
Aún con éxito profesional, una relación estable y una vida aparentemente completa, sentía que algo faltaba. Me volví a cuestionar mi satisfacción personal y profesional, y llegó una nueva crisis donde sin trabajo, sin pareja y con la responsabilidad de un hijo pequeño comencé a cuestionarme, cuál sería mi propósito.
En esta difícil etapa, aprendí el valor de simplificar. Y la vida o el dinero, me llevó al ámbito comercial, en el que aprendí muchísimo. Pero mis valores y creencias chocaban constantemente ¿si la vida laboral es una lucha constante será que no es por ahí? Necesité encontrar un camino más auténtico.
Siempre he tenido sed de conocimiento, y fue cuando me sumergí en la búsqueda de los dones y talentos humanos, buscando respuestas para mí misma, cuando encontré la llave que necesitaba.
El geniotipo entró en mi vida, proporcionándome la información que durante tanto tiempo había buscado fuera de mí, y las piezas de mi rompecabezas comenzaron a encajar. Comprendí cual es mi talento y como ponerlo al servicio del mundo. Y al abrazar quién soy en esencia, dí un giro a mi vida.
Nacemos con un talento que no está destinado a ser oculto, sino compartido.
Ahora, como terapeuta, coach y consultora, en continuo aprendizaje y con una rica experiencia de vida ofrezco mi guía a aquellos que como tú, están buscando por diversos motivos su lugar en el mundo.
Quiero ahorrarte sufrimiento: «hemos venido a ser felices».
Así que si buscas respuestas o una redirección, quiero que sepas que no estás solo/a. Puedo acompañarte en la construcción de un camino que resuene con tu alma y tu autenticidad, y estoy segura de que puedo ayudarte porque yo misma lo he transitado. Durante todo este tiempo me he apoyado en profesionales como psicólogos, coach, psicoanalistas… y otras terapias, invirtiendo en mi autoconocimiento, además de en mi formación.
Hay quien tiene curiosidad por saber que estudié finalmente…
Me Diplomé en Relaciones Laborales en la Universidad de Murcia, hice varios cursos de coaching, soy Master Coach en geniotipo y Terapeuta Transpersonal.
Cada día tienes una nueva oportunidad para aprender, transformarte y crecer. Te invito a explorar el camino del autoconocimiento juntos.
¿Empezamos?
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